martes, 16 de abril de 2013

Factor y casualidad

A veces surge que cuando se juntan varios "factores" y "casualidades" el día puede resultar redondo. Es lo que paso este maravilloso día del mes de Julio del año pasado, "la verdad es que la podía haber publicado antes, pero la he tenido en archivo, custodiada,  por que me resulta muy especial  para mi y me trae muy buenos recuerdos cada vez que la veo", prosigo.........

Los factores es algo que no se produce por que sí, los factores en este caso se buscan, se preparan con antelación, se estudian.....en resumidas cuentas, se realizan para que no haya sobresaltos y quede todo lo más atado y controlado posible. Uno de los más importantes es reunirte con tres personas terribles, amigos y encima, buenos compañeros nocturnos (José Miguel Martínez, Manuel Abascal y Pedro Ferrer) si encima a esto se le une otros como unas localizaciones espectaculares y bien estudiadas, pues que queréis que os diga......

El día ya había comenzado unas semanas atrás, cuando decidimos que teníamos que reunirnos y preparar una salida de esas que nos tendríamos que desplazar bastantes kilómetros y que debíamos empeñar casi todo el día. Salimos esa tarde sobre las 16h a falta de uno de los compañeros que se engancharía más tarde por culpa del trabajo, teníamos que inspeccionar el terreno con luz y todavía quedaba un rato de conducción, Josemi lo tenía todo controlado, era el promotor de esos lugares tan bellos que nos iba a enseñar, al fin llegamos a la zona, el coche a rebosar, no entraba ni una linterna más, una nevera con bien de líquido refrigerante, unos bocadillos como estacas, todos los equipos, trípodes, sillas, ropa de abrigo por si acaso, mudas limpias (ya sabes,  la noche esconde cosas que al final puede que se escape algo que no quieres).....no faltaba de nada. Recorrimos varios lugares de belleza inmejorable, en una palabra "acojonantes", se estaba presumiendo que la noche iba a prometer. Ya los cuatro juntos, con la llegada de Pedro a formar filas, seguimos indagando sobre los últimos lugares que quedaban por visitar, y esto ya fue la "hostia", unas paredes verticales rodeándonos por todos los lados y justo en frente una cueva de unas dimensiones brutales con el paso de un río y siguiendo su curso por el interior asta perderle, en ese momento    me di cuenta que unas horas más tarde aquel lugar se convertiría en una discoteca de luces y color.

Después de revisar uno a uno los lugares decidimos ir a tomar unas "cañitas" al bar que más pronto encontráramos, Cosa que no tuvimos en cuenta en la preparación de la salida, "¡¡¡joder!!! como se nos ha pasado no tener un bar localizado", no anduvimos mucho y en el pueblo más cercano encontramos el único bar en kms a la redonda, los vecinos nos observaban con sorpresa y  recelo mientras disfrutábamos de nuestros zumos de cebada bien fresquitas y a ratos se escuchaban comentarios que hablaban, como.... ¿conoces a estos?.... yo creo que uno es el nieto de....   ¿tan mayor?.... no puede ser...., ya sabeís cosas de pueblo.

Una de las cosas más importantes del día iba a suceder ya casi con la puesta del sol, la sentada del día para repartir opiniones de lo que habíamos visto, ideas para una vez que anocheciera, asaltarlo con alevosía y por supuesto nutrirse bien, la noche iba a ser larga. Sentados sobre las sillas a lado de los coches en un pequeño sendero en tierra de nadie, empezamos con un tiempo y temperatura inmejorable a comer, charlar, comentar.......asta que vimos que la noche nos atrapaba y decidimos tomar rumbo hacía la primera localización, "la cueva".

El lugar era aterrador, nada que ver como cuando fuimos de día, la oscuridad era terrible, salvo el cielo estrellado que se veía.- ¡Quietos!  la voz de Pedro salió -menudo árbol que estoy viendo, -calla Pedro, calla, que los chopos no valen ni para tacos de escopeta, le dije,  pero siguió para adelante meditando que se podría hacer con ese montón de leña verde enclavado en la nada.

En la cueva se hicieron varias tomas, con lana de acero, reflejos, y esta que os pongo, que para mi es la que más me gusta de las que se hicieron de aquel lugar, esa referencia humana (Manuel Abascal) para dar la dimensión real del grandioso agujero, con esa iluminación y con cielo y estrellas al fondo. He de decir que los arboles tuvieron protagonismo esa noche, en primer lugar y quisiera dejarlo claro, en la toma he quitado uno pequeño ya que se tostó al iluminar y no pude recuperarle, y el otro, el chasco que se llevó Pedro después de estar cuerpo a tierra para hacer algo con el coño chopo y al llegar a casa dijo que no le gustaba, jajaaja, cosas del oficio...

Las casualidades es al contrario, son imprevistos que surgen, en este caso Pedro que no pudo estar con nosotros desde el principio, Manuel que no se encontraba muy bien del estomago y el hombre no estaba al 100x100 (que si no, la noche se hubiera hecho día), el tiempo es un factor a tener en cuenta, pero en este caso yo le llamaría "casualidad", ya que estaba programada la salida desde hacía semanas y el tiempo era una de las cosas que no se podía preparar.
Pero así,  lleno de "factores" y "casualidades" este día tan grandioso y para mí especial no habría sucedido y lo mejor es que esta foto no me contaría esta historia.

Datos exif.
Focal - 13mm
f 2.8
25" de exposición
Iso 1000
Wb manual a 3700K
Iluminado con linterna frontal y "led lenser m7"




2 comentarios:

  1. Tremendo ese texto, jajajaja menuda noche más brutal, a repetir sin duda ya que nos falta varias cosas de la zona

    Saludos

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