Yo en cambio, no lo he conseguido en las cuatro ocasiones que he visitado la isla de Tenerife. En esas ocasiones la floración ya había acabado. Suele ser entre mediados de mayo y avanzado mes de junio.
En esta última ocasión de mi visita en la isla, pude contemplarlos sin su flor, pero tampoco desmerecía ninguna foto para tenerle de recuerdo.
La visita fue con dos amigos lugareños de la isla, Javier y Oris, dos entusiastas de la fotografía como lo soy yo.
El día no fue bueno en cuanto a lo fotográfico, la calima era muy notable en la atmósfera de la isla, pero lo mejor fue la compañía de estos dos fenómenos con los que pasé una velada estupenda.
Si os fijáis en la toma, se ve mucha calima de medio cielo hacia el horizonte con un color anaranjado debido a la proyección de la contaminación lumínica sobre ella, donde no deja ver en su esplendor la vía láctea.
Este fue el resultado.
Datos exif.
14 mm focal.
f 2.8.
20"exposición
iso 6400
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